Crónicas de viaje 1: Filipinas

We are writing this post in Spanish this time. As the translator has some issues working its way back to English. Please try this link for the English translation. thanks!!

At the ferry before departing/ En el ferry antes de partir hacia Cebu

At the ferry before departing/ En el ferry antes de partir hacia Cebu

No pude resistir en el post anterior, poner el título del tema de Virus, después de todo, esa fue la razón por la que empezamos nuestro viaje en Manila.

Arribamos a Manila preocupados por el reciente tifón, menos de un mes atrás. Sin embargo, la ciudad estaba completamente recuperada de la inundación, al parecer, como en casi cualquier lugar del mundo, los que la siguen sufriendo son los barrios más pobres y alejados del centro. Calor y humedad, bocinazos, transito desquiciado, karaoke a todo volumen en cada bar/comedor/restaurant, gente sin techo viviendo precariamente en los alrededores de lujosos hoteles. Esas fueron las primeras impresiones. Una visita a Intramuros, la vieja ciudadela española en el centro de la ciudad, sirvió para escapar del caos. Aunque no del soft-rock, poderosos parlantes reproducían temas de Scorpions mientras admirábamos la vieja catedral o el fuerte Santiago.

Después de un par de días, volamos hacia el archipiélago de las Visayas, rumbo a Boracay. Me quede sorprendida cuando vi el avión a propulsión, al cual accedimos directamente desde la pista. Fue la primera vez que vi a todos los pasajeros prestando atención cuidadosamente a las indicaciones de la azafata en caso de aterrizaje forzoso. Aterrizamos en Caticlan, desde donde tomamos un bote hacia la isla de Boracay, y luego un triciclo o habal-habal hacia el hotel. Todo esto con nuestras enormes mochilas, tratando de acomodarnos entre gente que usualmente es notoriamente de estatura más baja que la mía y muy delgados. Boracay es una especie de V.Gesell, con playas de arenas blancas y aguas transparentes. Es el destino elegido por coreanos y filipinos. Pasamos los días tomando sol y trabajando un poco con el blog, ya que teníamos wi-fi y los dos primeros días fueron muy lluviosos y con vientos fuertes, un tifón estaba pasando cerca de la costa, pero sin tocarla. Paralela a la playa estaba la calle principal, con los restaurants y bares con mesas en la arena, enfrentando el mar. A la noche tenía mucha onda, con música, luces bajas y velas. En una de nuestras caminatas descubrimos el mercado local, donde venden pescados y mariscos frescos con venta al peso, y un local enfrente los cocina a elección: a la parrilla, al vapor, con salsas, etc. Compramos los camarones más grandes que vi en mi vida. La aventura me costó el resto del día encerrada en el hotel, yendo de la cama al living (jeje, living: bano, para los que no entendieron). Pero era esperable, dicen que entre la primera y segunda semana seguro te intoxicas, después de eso creas defensas y no hay más problema.

Al cabo de unos días decidimos que era tiempo de moverse, y partimos hacia Cebú, en el sur. Viajamos en ferry durante 14 horas, durante la noche. Como las cabinas estaban vendidas, compramos el boleto de la suite presidencial. Valió la pena, por un poco más que un viaje ida y vuelta en Chevallier teníamos una cabina enorme, con ventanas, baño privado, tv y video. Cebú es famosa por el lechón, y nosotros le hicimos honor tanto al desayuno, como al almuerzo. Para la cena decidimos cambiar y fuimos a un buffet de pescados, y que había…mas lechón!

autentico lechon cebuano!

autentico lechon cebuano!


Al día siguiente partimos hacia Bohol, una isla a 2 horas de Cebú, en un ferry parecido a los que van a Uruguay. La guía de Lonely Planet recomienda unas cabañas en el medio de la jungla, Nuts Huts, y hacia allá viajamos con nuestras mochilas en un minúsculo habal-habal o triciclo . Ahí es donde estoy ahora, escribiendo, sentada en la veranda de mi cabana, frente a un rio calmo y de aguas verdes, en medio de palmeras y rosas de china, con el sonido de los botes pasando cerca, chivitos berreando sin parar, gallos y grillos, muchos grillos. Hoy nos tomamos el día libre. Ayer alquilamos una moto y fuimos a ver los monitos tarsier, los “monos más pequeños del mundo”, recorrimos la isla de Panglao, donde nos vamos a mudar mañana, y al atardecer fuimos a ver las Chocolate Hill, una formación geologica que, especialmente en invierno, se asemeja a gotas de chocolate. Hoy, durante la mañana, disfrute de la cosecha de cocos diaria frente a mi cabaña, los botes turísticos navegando rio arriba al mediodía, niños cantores locales dando un espectáculo especialmente armado para los turistas en una balsa cercana, y nadamos plácidamente corriente abajo desde unas cascadas cercanas. Ya es la tarde, los sonidos me invaden y me dejo atrapar.

Vean las fotos en Picasa y hasta la próxima!

desayunando frente a la jungla.

desayunando frente a la jungla.

2 comments to Crónicas de viaje 1: Filipinas

  • The translator rocks. It did a really good job of translating the text. But I still like it better in English. Glad you guys are having a great time. I can’t believe it’s only been two weeks and how much you’ve covered already. Oh how I wanted to be there, when I saw the picture of the coconuts….mmmm, fresh coconut, with the sweet heavenly juice and white, delicious flesh, how I want to bite into one while looking over at the monkeys…
    Got one advise….relax and smell the lechon kids! What’s the hurry man???

    Miss you both lots and lots.
    Much Love,
    Your big sis

  • Gabi

    Hola, aca estamos con Florencia disfrutando de las hermosas fotos y comentarios del viaje; esta vez se fueron lejos. Un beso grande, esperamos que sigan disfrutando de su viaje.

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